Somos de la sustancia que puebla el universo.
Entre nosotros brilla la esencia de la estrella y cantan las galaxias y sueña la materia.
Adquieren su conciencia el polvo y las espigas y se hacen pensamientos el átomo y la rosa.
Somos el agua, el fuego, la mariposa, el ave; el metal y la roca, el caracol, el musgo.
El sonido, el color, las luces y las sombras.
Somos el alba a veces y a veces el crepúsculo.
Somos el mediodía de brillo indefinido y la noche con soles y vientos apagados.
Estamos en el perro que aúlla sus misterios; en el capullo breve que se abre hacia la vida; en la ola que salta para alcanzar la tierra; en la absorta lechuza bajo la noche móvil, y en la oruga que apenas se forma en una hoja.
¡Somos el todo
y nada…
al pensar en la muerte!
¡Somos el todo eterno
si se piensa en la vida!
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